viernes, 24 de diciembre de 2010

Caminos azules IV: Al fin, la mar

Una vez fuera del vientre de la ballena cumplimos el sueño de Lo.Pez: asomarse al mar.
 Lo.Pez nunca había visto un horizonte
"El horizonte es... " (empezó a decir)
Y el horizonte, al darse cuenta, le contestó con un espejismo.
        Mientras perdía su mirada hacia allá, lejos, más lejos... se repetía, una y otra vez, cómo había llegado hasta allí. Como un mantra.
A su lado, el mar le lamía la pecera.
Lo.Pez, entonces, empezó a susurrarle a las olas
... Y ellas le regalaron un broche de nubes


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