Aún así, como dice Pez Payasa en facebook: Ningún pez ha hecho lo que hizo el otro día Lo.Pez: “montar en un taxi, ir en bus, pasear por la calle, ir al acuario de Palma, conocer a la payasa de las pompas, comer en restaurante, ir a la playa, ir a un museo de fotografias, montar en silla electrica y por último conocer a su amada Pez.Hada”.
Pero vayamos por partes. A media mañana de un jueves azul con el cielo despejado por las tormentas del día anterior, fuimos dejando atrás, uno a uno fuimos nuestras casas, con el corazón bailando con peces…
Algun@s, como pez Globo, llevábamos los ojos metidos en nuestras gafas azules (pequeñas peceras de cartón):
Poco a poco, el pez que durante siete semanas fuimos alimentando en nuestro corazón fue asomándose a los poros de la piel
Había truco
Sin darnos cuenta, a medida que nos acercábamos al mar ibamos dejando atrás una estela hecha por minúsculas gotas de agua.
Por eso, allí, en el lugar a donde nos acercábamos, se lanzó a volar un pez...
Por eso, allí, en el lugar a donde nos acercábamos, se lanzó a volar un pez...
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