No todas eran ciertas, algunas giraban en torno a pesonajes reales, héroes y heroínas de carne y hueso, pero otras (muchas) narraban las peripecias de seres imaginarios.
Así fue como el planeta entero se llenó de relatos, pero, si hay un espacio en el que abunden las narraciones es el mar.
Durante siglos, a medida que iba descubriendo sus secretos, la humanidad fue llenando las profundidades de mares y océanos con monstruos, seres imposibles, animales poéticos... como la familia Lo.Pez, compuesta por PezUña, PezMemo, PezCe, Sirena...
(collage/autorretrato realizado por Sirena)
(anuncio de sirena en espectáculos del siglo XVIII, en Japón; muchos de ellos eran sirenos)
... Plancton, Dory, Bastian, Gamba, Caviar, Atori, PezCaos, PezTarda, Pez Volador, PezHada, Pez Araña, PezZeta, Pez Madera, PezOn… y se prevé la llegada de más: PezZao, PezTilente, Pegaso...
(el caballo alado, hijo de Poseidón, dios del mar, y de Medusa)
Desde hace varias semanas todos ellos saben que cada una de las gotas de una ola lleva escrito un sueño, por eso inspira tanto lanzarse al azul… aunque sea en un espacio tan pequeño como una pecera.
(las cámaras de vídeo y de fotografía cobran otra vida en las manos de los componentes de De Mi Casa Al Mar)
El pasado jueves llegó un monstruo procedente del fondo del mar: el pez Voraç.
Con apariencia de poco agresivo, ligero como el plástico, el diseñador gráfico y artista Guillermo Orell lo pescó para nosotros.
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